Insegura estancia para René
René González, uno de los 5 cubanos presos en cárceles de los Estados Unidos desde 1998 por luchar contra el terrorismo será puesto en libertad, este 7 de octubre.
Ansioso está este cubano del reencuentro con su familia, sus padres, sus hijas, su esposa, pero las condiciones impuestas por la jueza federal de Miami Joan Lenard se lo impiden.
La jueza Joan, sentenció a cinco agentes cubanos a largas condenas de prisión por acometer espionaje, y hoy, exigen que René permanezca en Miami durante tres años; y que funcionarios del sistema judicial lo monitoreen.
Irónicamente, González deberá agenciarse un lugar donde vivir en la Florida y buscarse un trabajo.
Su esposa Olga Salanueva relató en el New York Times que habían hablado telefónicamente el domingo pasado y que González tenía “una mezcla de sentimientos: está contento por salir de la cárcel, pero por otra parte está viendo que su vida afuera es una incógnita”.
Sí, la estancia de René, será insegura, en ese estado; donde sólo existe odio y todos los cubanos conocen de las maniobras sucias del imperio norteamericano.
Hoy en Miami las apuestas por su asesinato son certeras, los asesinos a sueldo se sobran en los Estados Unidos y el Departamento de Justicia lo ha permitido; el mayor terrorista Luis Posada Carriles, anda suelto por las calles.
Por que se haga justicia y retornen a casa no sólo René González, sino también Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González se levantan las voces de solidaridad de los cubanos desde diversos lugares del Pequeño Caimán; y los estudiantes universitarios de la Universidad Marta Abreu de Las Villas lo refrendan; en la marcha hacia el Monumento a la Acción Contra el Tren Blindado, sitio histórico de la Batalla de Santa Clara, en época de la tiranía de Fulgencio Batista.
El estudiantado también evoca la memoria por las 73 personas que murieron hace 35 años, víctimas de un atentado terrorista al explotar en pleno vuelo un avión de Cubana de Aviación en Barbados.
El crimen continúa impune, y los autores, libres deambulan por las calles de los Estados Unidos.
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