El Máximo líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, y el presidente Raúl Castro y sus homologos venezolano, Hugo Chávez, y el nicaragüense, Daniel Ortega, enviaron este martes sendas ofrendas florales para rendir tributo al destacado pugilista Teófilo Stévenson, quien falleció la víspera en La Habana como consecuencia de una cardiopatía isquémica.
El pueblo habanero, en representación de toda Cuba ofreció una masiva despedida a triple campeón olímpico y mundial de boxeo que tantas glorias y momentos de alegría brindó a su país durante su fructífera carrera deportiva.
Militante del Partido Comunista Cubano, llegó a ser diputado en el Parlamento, y uno de los atletas más importantes del movimiento olímpico en la década de 1970 y principios de los años 80, el legendario púgil rechazó varias ofertas para pasarse al boxeo profesional.
Nacido el 29 de marzo de 1952 en la ciudad de Puerto Padre, en la oriental provincia de Las Tunas, obtuvo Stévenson en su palmarés un total de 301 triunfos de los 321 combates que efectuó durante los 20 años de su incursión en el boxeo.
En el momento de su fallecimiento trabajada en la Federación cubana de esa disciplina deportiva y en la Comisión Nacional de Atención a Atletas Retirados y en Activo del Instituto cubano de Deportes.
“Cuba ha perdido a un símbolo”, resumió Alcides Sagarra, su entrenador y guía en las tres medallas de oro olímpicas y las tres mundiales que obtuvo Stevenson.
DESPEDIDA POPULAR
Muchos de quienes conocieron en vida al fallecido exboxeador cubano Teófilo Stevenson recordaron hoy momentos importantes de su vida dentro y fuera del deporte.
Su gran rival en la selección de los atletas del año en Cuba durante la década de 1970, el doble monarca estival de Montreal-1976 Alberto Juantorena, recordó que vivieron con mucha alegría esa emulación fraternal.
Él se ponía contento cuando ganaba yo, y yo cuando ganaba él. Amaba a su pueblo y por eso su ejemplo va a perdurar en la mente de todos, aseveró.
Además, recordó una anécdota de su época de máximo esplendor, durante una visita conjunta a la Isla de la Juventud.
Estaban reparando el Hotel Colony y uno de los constructores se bajó del autobús en chancletas. Teófilo le preguntó y el hombre le dijo que no tenía calzado por tener el pie muy grande; inmediatamente se quitó sus zapatos y se los dio, recordó.
El titular olímpico de Munich-1972 Emilio Correa, quien le acompañó buena parte de su carrera como colega de selección, recordó que Stevenson fue de los primeros en acercársele cuando pasó al concentrado nacional.
Me dio muchos consejos y aliento, en especial que me cuidara, respetara los horarios de descanso, y así vendrían los resultados, porque veía en mí un gran futuro. También estuvo todo el tiempo pendiente de la carrera de mi hijo, señaló.
Por su parte, el entrenador Raúl Fernández, todavía en las filas de la escuadra nacional, recordó cómo el multicampeón le ayudó en la preparación de Roberto Balado, quien le siguió los pasos en la división máxima.
Poco antes del Mundial de Moscú-1989 me fracturé dos costillas en Alemania, y eso me afectó en la preparación de Balado, pero Stevenson llegaba a los entrenamientos y me decía: descansa, que yo le hago el trabajo con guantes.
Finalmente Romelio “Vichy” Montoya, quien fue metodólogo de la Federación cubana de boxeo durante varios años, rememoró que el dorado de Munich-1972, Montreal-1976 y Moscú-1980 se mantuvo siempre dispuesto a ayudar a las siguientes generaciones.
Por su actuación dentro y fuera del boxeo se le debía conocer como el Príncipe del Ring o el Rey de las Cuerdas. Después de colgar los guantes nos ayudaba mucho, porque veía defectos técnicos que nosotros no veíamos, dijo.
El también monarca mundial de La Habana-1974, Belgrado-1978 y Reno-1986 falleció la víspera en esta capital a los 60 años, como consecuencia de una cardiopatía isquémica.
Entre las ofrendas florales expuestas sobre su féretro sobresalían las de Fidel y Raúl Castro Ruz, además de los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y Nicaragua, Daniel Ortega.
(Con información de Prensa Latina)